Un cubrecolchón es el elemento perfecto de protección y confort para nuestro colchón, ya que lo protege y a la vez proporciona un apoyo extra más confortable, aumentando su vida útil.

Los colchones van perdiendo sus propiedades iniciales con el paso de los años y son un cultivo ideal para las bacterias y los ácaros. Por ello, lo ideal es utilizar un protector de cama que además de protegerlo de posibles manchas, nos ayude a obtener un descanso más saludable e higiénico.

Los protectores de colchón cuentan con un relleno interior que proporciona suavidad y comodidad, ofreciendo a su vez un mejor apoyo. Esto los diferencia de las fundas, que se limitan a brindar protección contra la suciedad, el sudor o los líquidos.

Durante los últimos años los fabricantes están diseñando cubrecolchones que aportan cualidades adicionales además de su función protectora.

Diferencias entre fundas y cubrecolchones

La principal diferencia entre una funda y un cubrecolchón es el grosor que proporciona cada una. La funda tiene el grosor de una sábana, mientras que el cubrecolchón es un poco más grueso y va ligeramente acolchado (con un grosor de entre 0,5 y 1,5 cm), aportando suavidad y comodidad.

Los cubrecolchones pueden llevar acolchado y a su vez pueden ser o no impermeables. Las fundas en cambio, son siempre impermeables y protegen de la humedad al colchón.

La funda de colchón puede estar fabricada con diferentes tipos de tejido. Normalmente se confeccionan con algodón o microfibra, y cubren el colchón íntegramente gracias a su cierre con cremallera.

El cubrecolchón se coloca de manera más sencilla, ya que cuenta con una goma elástica en su perímetro y se ajusta perfectamente al colchón, como si fuera una sábana bajera, protegiendo también los laterales. Con su uso se garantiza una máxima higiene, ya que también ofrece protección frente a los ácaros.

Tanto el cubrecolchón como la funda se colocan directamente sobre el colchón y lo protegen de agentes externos y líquidos, además de posibles manchas de suciedad.

Tipos de cubrecolchones

En el mercado existen diferentes tipos de protectores para nuestro colchón, adaptados a los gustos y necesidades de cada persona. Podemos encontrar:

Cubrecolchones impermeables

Cuando existe riesgo de verter líquidos accidentalmente en la cama, la forma de evitar que lleguen al colchón es utilizando un protector de colchón impermeable que a la vez que mantiene una correcta transpirabilidad, permite a nuestra piel respirar. Éstos evitan que el colchón se ensucie y se llene de manchas no deseadas.

Estos protectores pueden ser:

· Fabricados en PVC: proporcionan impermeabilidad pero no deja transpirar al colchón. Por ello los desaconsejamos, ya que pueden provocar la acumulación de humedad y la aparición de moho.

· Fabricados en poliuretano, algodón o tencel 100%, que ofrece impermeabilidad y dejan transpirar al colchón, a la vez que se mantiene limpio y ventilado.

Cubrecolchones clásicos

Son protectores que pueden ser acolchados o no y cuentan con una gran transpiración y confortabilidad.

Estos modelos también pueden encontrarse en formato reversible. A la hora de comprar nuestro cubrecolchón debemos tener en cuenta que los mejores son los de algodón 100%, ya que además de protección, proporcionan adaptabilidad, suavidad y comodidad.

Cubrecolchones antiácaros y antibacterias

Combaten los ácaros evitando a su vez, posibles alergias. Por ello, resultan ideales para las personas alérgicas, ya que aliviarán sus síntomas mientras duermen, siendo la opción más saludable e higiénica para ellos.

Cubrecolchones transpirables

Permiten a nuestra piel respirar evitando la sensación de calor.

Podemos escoger que sean impermeables y transpirables a la vez, así estaremos protegidos frente a los líquidos y permitimos a nuestra piel transpirar.

Cubrecolchones con aloe vera

El tratamiento con aloe vera proporciona beneficios excepcionales a la piel además de aportar mayor suavidad. Esta planta es rica en aminoácidos y vitaminas y actúa contra la sequedad cutánea.

Sus propiedades ayudan a mantener la piel sana proporcionando hidratación, además de ser un excelente antiséptico, cicatrizante y antibacteriano. Por todo ello, poco a poco ha ido incorporándose al sector del descanso.

Protectores termorreguladores

Este tipo de cubrecolchones regulan activamente la temperatura y el grado de humedad de los tejidos para permitir un mejor descanso. Su tecnología está patente en el cubrecolchón Outlast de Velfont, que cuenta con acción termorreguladora y transpirable.

Este sistema desarrollado por la NASA equilibra la temperatura corporal tanto en condiciones de frío como de calor y controla la humedad absorbiendo el calor antes de empezar a sudar, ya que lo retiene en microcápsulas y lo libera cuando la temperatura corporal baja, actuando al contrario con el frío.

Cubrecolchones acolchados

Mejoran notablemente la comodidad gracias a su relleno interior que aporta un extra de confort. Además, incluyen tratamientos que hacen que el descanso sea más higiénico y saludable.

Características comunes entre un protector y un cubrecolchón

Tanto las fundas como los cubrecolchones son ajustables. Mientras que las fundas se cierran con cremallera, los cubrecolchones cuentan con un elástico que cubre los 4 laterales del colchón.

Los materiales empleados para su fabricación pueden ser naturales (lana, algodón, plumas o plumón y látex), o sintéticos, (espuma, plástico o látex sintético).

En el mercado existen diferentes modelos dependiendo de nuestro colchón y de sus características en cuanto a materiales, medidas y alturas.

A la hora de comprar nuestro cubrecolchón debemos asegurarnos de que cuenta con las mismas dimensiones que nuestro colchón, y prestar también atención a su altura. Actualmente la mayoría ofrecen un mayor grosor llegando a los 32/33 cms, debido a la actual tendencia de fabricar colchones cada vez más altos.

Funciones de la funda y el cubrecolchón

Tanto la funda como el cubrecolchón, cumplen con las siguientes funciones:

• Protección contra la suciedad: La importancia de usar una funda o un protector de cama es principalmente porque éstos se pueden quitar fácilmente y lavar. 

•  Comodidad y apoyo: Al contar con un mayor grosor y acolchado, mejora nuestro descanso.

•  Protección contra fluidos: Algunos protectores están diseñados para protegerlo de fluidos, actuando como fundas impermeables que protegen al colchón de derrames o accidentes. Suelen llevar láminas de plástico o vinilo.

En nuestra web encontrará protectores de cama y fundas protectoras de colchón y almohada de las marcas Mash, Velfont, Moshy y Pikolin Home.

También contamos con fundas cuadrante de almohada con rellenos hipoalergénicos y con diferentes grados de firmeza y altura. En nuestra tienda online podrá encontrar rellenos para almohada de diferentes medidas, y de primeras marcas como Mash o Moshy.

Pensando en los más pequeños de la casa, le ofrecemos fundas y protectores de colchón de cuna de diferentes tipos: acolchados, transpirables, de algodón, impermeables, reversibles o antialérgicos, para que elija el que más se adapte a sus necesidades.

Es fundamental mantener protegido el colchón de cuna con una funda transpirable e impermeable para que no genere calor y evite a su vez las manchas y posibles derrames.

La funda de colchón de cuna para nuestro bebé debe ser de algodón al 100% y quedar bien ajustada, cubriendo al colchón en su totalidad.

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