Normalmente dormir es una actividad placentera, aunque también puede convertirse en algo realmente perturbador si nuestros sueños no nos acompañan.
La mayoría de los estudios ponen de manifiesto los beneficios del descanso a la hora de mantener nuestra salud emocional y mental. Éstos nos ayudan a superar situaciones de estrés y cumplen una función terapéutica, limitando los recuerdos dolorosos.
¿Qué son los sueños?
Los sueños son pensamientos involuntarios que ocurren mientras dormimos, normalmente cuando nos encontramos en la fase REM. Al despertarnos en esta etapa, nos resulta más fácil recordar lo que soñamos.
Se trata de una experiencia subjetiva donde se mezclan imágenes, sonidos y sensaciones que pueden ser hiperrealistas. Se ha demostrado que pueden fomentar la creatividad y permiten encontrar respuestas a cuestiones que no encontramos estando despiertos.
A pesar de todo, diferentes estudios han manifestado que olvidamos alrededor del 95% de todo lo que soñamos.
La importancia de los sueños
Los sueños son una parte importante del ser humano: aparecen reflejados en la historia, la mitología y la religión.
En nuestra vida pasamos 1/3 del tiempo durmiendo, aunque sólo soñamos durante unos minutos. Mientras lo hacemos el cerebro se activa casi en su totalidad, excepto la parte que rige la lógica. Por ello muchas veces nuestros sueños son irreales. Además, nuestra mente se encarga de desechar y seleccionar nuestros recuerdos.
Al soñar, nuestro cerebro intenta buscar soluciones a los problemas acontecidos en el día a día. Normalmente se trata de algo simbólico y no un reflejo real de nuestro día a día.
Ahora podemos saber que los sueños se dan en distintas fases, incluso en aquellas en las que el cerebro se encuentra menos activo.
Ciclos del sueño
Los durmientes pasamos por cinco etapas mientras dormimos. Estas progresan cíclicamente desde la primera hasta la fase REM, volviendo a comenzar posteriormente desde el inicio.
Un ciclo completo de sueño dura de 90 a 110 minutos.
Cuando dormimos el tono muscular del cuerpo disminuye y desaparece completamente al entrar en la fase REM. Los únicos músculos que trabajan son el diafragma y el corazón.
- Etapa I: se trata de un sueño muy ligero del que se puede despertar con facilidad. Podemos incluso ser conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor. Los ojos se mueven lentamente y la actividad muscular también se vuelve más lenta, pudiendo sufrir contracciones musculares y tener la sensación de “caer al vacío”.
- Etapa II: el sueño se vuelve más profundo y se reduce el tono muscular. Además, las ondas cerebrales y el movimiento de ojos se detienen.
- Etapa III y IV: aquí es cuando realmente descansamos física y psíquicamente. Si nos despertamos, nos sentimos aturdidos. Aquí se dan trastornos del sueño como el sonambulismo o los terrores nocturnos.
- Etapa REM: en este periodo, nuestra respiración se vuelve más rápida e irregular, los ojos se mueven con rapidez, el ritmo cardíaco aumenta y la presión arterial sube. Los primeros ciclos del sueño tienen una fase REM más corta y períodos de sueño más profundos. Después, los períodos REM son más largos y el tiempo de sueño profundo desciende.
En esta etapa ocurren los sueños y si nos despertamos, los recordamos. La mayoría de las personas experimentan cada noche de tres a cinco intervalos de sueño REM.
Los niños pequeños pasan casi el 50% del tiempo en sueño REM mientras que los adultos de más edad, cada vez pasan menos tiempo en esta etapa.
Algunas teorías recientes asocian el sueño REM con el aprendizaje y la memoria.
Significado de los sueños
Determinados estudios de la materia han determinado que existen algunas teorías sobre la función que tienen los sueños.
- Simulacro de amenaza: los sueños en los que sentimos que somos amenazados o luchamos contra una amenaza, nos están entrenando para hacer frente a situaciones similares que pueden acontecer en nuestra vida diaria.
- Consolidación de la memoria: por la noche el cerebro recopila recuerdos y trata de vincular ideas y acontecimientos vividos.
- Reducción del miedo: cuando estamos despiertos se nos plantean diferentes miedos o temores que al dormir se reducen. Este hecho ayuda a que el temor desaparezca al asociarlo con una pesadilla mientras estamos durmiendo y tener la posibilidad de que fracase y todo acabe al despertar.
¿Cuándo soñamos?
Los sueños se pueden producir a lo largo de toda la noche o en minutos concretos de la misma. No siempre los recordamos, esto depende de la fase en la que nos encontremos al despertar y de si han pasado muchas horas desde que lo hicimos, ya que si no, puede que no tengamos la conciencia de haber soñado. Los sueños son olvidados en los primeros cinco minutos que transcurren desde que despertamos. Las pesadillas en cambio, las podemos recordar fácilmente durante más tiempo.
Lo habitual es que cada noche tengamos una media de cuatro sueños, algunas personas experimentan hasta siete en el mismo período.
¿Los sueños varían según la personalidad?
Sí. En nuestros sueños se refleja la personalidad que tenemos y nuestra forma de ser y actuar. Por ejemplo, las personas con mucha imaginación tienen sueños más realistas y con más imágenes y colorido que aquellas más racionales, que tienen sensación de no soñar nunca o de tener sueños imprecisos o vagos.
¿Para qué soñamos?
Soñamos porque nuestro cerebro nunca se detiene, siempre se mantiene en activo y produce pensamientos en forma de imágenes y sonidos.
Según los expertos, los sueños tienen una parte biológica y otra parte psicológica, más relacionada con las vivencias y las experiencias vividas. Estos pueden ser una fuente de conocimiento personal, ya que pueden representar cómo vemos a los demás, cómo actuamos ante diferentes situaciones vividas…incluso pueden sacar o revelar datos de nuestro inconsciente.
Para interpretar correctamente un sueño, debe ser recurrente, para poder analizarlo con mayor conocimiento de causa.
¿Puede influir nuestro colchón en nuestros sueños?
Sí. Nuestro equipo de descanso es un factor determinante e influirá en nuestra calidad de sueño. Si el colchón es deficiente, puede que no durmamos con una óptima temperatura o que nos sintamos incómodos, afectando a nuestras fases del sueño. En colchonescondescuento.es contamos con los mejores colchones para que cada día sueñes con cosas maravillosas y logres sentirte cada mañana renovado y lleno de energía.
Diferencia entre sueño y pesadilla
La diferencia entre un sueño y una pesadilla viene únicamente determinada por el estado emocional que acompaña al sueño. Una misma cosa puede ser soñada por personas diferentes y para cada una tener un significado distinto.
Tener una pesadilla es la consecuencia a un estado emocional de angustia, terror o muerte, entre otras cosas. Son sueños desagradables que pueden acarrearnos un impacto negativo.
Al igual que los sueños, no siguen las reglas de la lógica, y también se caracterizan por involucrar elementos de la realidad que tienen impacto en nosotros.
Esperamos haberte ayudado a comprender un poco mejor los sueños, sus fases, y lo que acontece mientras dormimos. Volveremos la próxima semana con más consejos e información relacionada con tu descanso.